Oh dignísimo san Valentín, alma buena y comprensiva,
que nos diste una verdadera
lección de vida cristiana
llevada hasta el heroísmo, hasta
el martirio,
hasta la más plena
identificación con Cristo.
Glorioso presbítero dotado de
virtud y sabiduría,
que por tu gran caridad
mereciste ser llamado
padre de los pobres y
angustiados, de los afligidos,
y por los muchos prodigios y milagros
que obraste
conseguiste la veneración y admiración de
todos,
tú que diste
bendición a tantos enlaces matrimoniales
y por ello que
tienes el patronazgo sobre el amor humano,
tú que te entregaste con afán a unir a los enamorados
y eres protector de los hogares y del amor conyugal,
quiero suplicar tu
ayuda, quiero pedirte un gran favor,
intercede ante María
Santísima y su adorado Hijo Jesús
para que bendigan
mi unión y me concedan: