Padre Eterno, Padre de infinita bondad,
por la Preciosa Sangre de Nuestro Señor
Jesucristo,
con sincero corazón misericordia te pedimos:
señaladnos con la Sangre del Cordero Inmaculado,
Cristo Jesús, nuestro Redentor, nuestro amigo y hermano,
como señalasteis al pueblo de Israel
para librarle de la muerte.
Y Vos, Madre de misericordia María Santísima,
rogad a Dios por nosotros,
aplacadle y alcanzadnos la gracia que pedimos: