Acudo a Ti mi buen Jesús para solicitar tu auxilio,
con toda mi fe te pido me hagas llegar paz y consuelo,
te ruego aumentes mi esperanza y me des fuerza para seguir,
te suplico me rodees con tus brazos y seas mi refugio y sostén
ahora que tanto te necesito y estoy lleno-a de amargura.
Oh Brazo Poderoso de mi Jesús Divino,
hoy que embarga mi
alma una pena,
rasgándome el pecho
la desesperación,
vengo a ti, a ti acudo pidiendo no me abandones
y te ruego uses tu misericordiosa caridad conmigo
para que se solucione todo lo que me aflige y agobia,
ya por
la excelsa virtud de tu superioridad,
ya por que compenetras
todos los corazones,
y, sobre todo, porque en el dominio del
fuero interno
sabes entender lo
que pasa, lo que me llena de angustia
y hasta dónde me
corresponde la culpabilidad.
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