Gloriosísimo san Juan Bautista, grande entre los grandes,
por el amor tan ardiente que tuviste al Niño Jesús,
por tu fidelidad, por tu entrega y dedicación a Él
y, en especial, por la santísima afabilidad y dulzura
que infundió en tu corazón con sus halagos;
por aquellos grandes privilegios que en vida te concedió
para hacer tantos milagros a favor de tus devotos,
te suplico con todas mis fuerzas te dignes favorecerme
en mis adversidades, en todas mis necesidades y problemas,
con tu muy eficaz auxilio y milagroso patrocinio.
Seguir leyendo
Seguir leyendo