Pide a la Virgen María que sea tu aliada cuando las cosas te vayan mal. Háblale de todo lo que es causa de tus preocupaciones, dile que una vez más te reciba entre sus brazos y te conceda su auxilio. Háblale con sinceridad, con el corazón en la mano, para que te reciba en su seno maternal y, en especial, ruégale lleve tus muchos problemas a Dios y que te acompañe mientras haces estas oraciones:
ORACIÓN DE PETICIÓN
Oh María, dulce Madre de Amor y misericordia,
bálsamo que sana nuestras heridas y aflicciones
y abre las puertas que se cierran ante nosotros,
oh María, Luz clara que disipa las tinieblas que nos asustan,
nos otorgas suficientes fuerzas para enfrentarnos a las dificultades
y con maternal entrega nos acompañas cuando sufrimos.