SANTORAL

martes, 5 de febrero de 2019

VIRGEN DE LA DIVINA PROVIDENCIA, ORACIÓN PARA PEDIR UN FAVOR ESPECIAL (AMOR, NECESIDADES, SALUD, TRABAJO)



Oh Santísima Virgen María, pura e Inmaculada, 
dulce Madre Celestial de la Divina Providencia, 
la más ilustre y santa, la más comprensiva y tierna,
acepta mis sentimientos de gratitud y veneración,
recibe mi cariño, mi confianza y devoción, ahora y siempre;
hoy llego ante Ti suplicando tus favores y bendición
y coloco en tu amoroso y maternal regazo
mis humildes y sinceras oraciones, mis suplicas,
para que Tu, Señora mía, me otorgues tu gracia y favor
y reciban el amparo y beneplácito tuyo que busco.

Ahora que las necesidades y problemas me afligen,
llorando y penando te ruego comprensión y apoyo,
alcánzame, adorable y excelsa Madre lo que pido. 


Ante ti vengo, poderosa Reina de los Cielos
para suplicarte me ayudes a aliviar y remediar
esta pena que me aflige y llevo en el corazón,
vuelve tus ojos bellos y puros hacia mi
y libérame de tanta angustia y desesperación,
imploro, Madre bendita tu celestial intercesión
para que se arreglen los problemas que tanto me preocupan,
concédeme la dicha de ser mi mediadora ante el Señor
y consigue obtenga de su inmensa generosidad
este especial favor que pido con toda mi fe y esperanza:

(di ahora lo que tanto deseas obtener). 

Señora piadosa, perfecta Madre de misericordia,
pide a Dios me de fuerza para pasar esta prueba 
y me conceda sus favores cuanto antes 
que con su Divina Providencia e infinito amor
llegue a mí la paz y el bienestar que tanto anhelo. 

María que tu maternal bendición siempre me acompañe
me enseñe a seguir en el recto camino,
y me defienda contra los enemigos del alma,
que tu ejemplo me anime en la lucha contra el mal
y me sostenga en la práctica del bien.

Santa María de la Divina Providencia, Madre adorada, 
yo te entrego mi vida y corazón, mis pensamientos y obras,
para que se inflamen con tus purísimas llamas
y nunca se aparten de Palabra de Dios Padre, 
y dejo mi humilde confianza en esa sabia, caritativa, 
poderosa y siempre vigente Providencia, 
para que intercedas y consigas lo que sabes necesito, 
así como todos aquellos bienes tanto temporales como espirituales, 
sin cuyo goce los hombres no podemos hacer tranquilamente 
nuestra peregrinación para llegar a la bienaventuranza.
Así sea, así se cumplan mis sentidas demandas. 

ANTIGUA ORACIÓN

¡Oh, Nuestra Señora de la Divina Providencia,
concédeme tu clemencia y tu infinita bondad.

Arrodillada a tus plantas, a Ti, portento de bondad,
te pido para los míos, casa, vestido y sustento.

Concédeles la salud, llévalos por el buen camino,
que sea siempre la virtud la que los guíe en su destino.

Virgen María de la Divina Providencia,
Tú eres toda mi esperanza, Tú eres el consuelo mío
en lo que mi mente alcanza,
en ti creo, en ti espero y en ti confío.

Virgen clementísima, Virgen de gracia llena, 
tu Divina Providencia se extiende a cada momento,
por ello, con esperanza te pido:
bendícenos, ayúdanos en nuestras dificultades,
socórrenos en nuestras necesidades
para que nunca nos falte casa, vestido y sustento. 
Que por Jesús, así sea.

Reza ahora tres Avemarías, un Padrenuestro y un Gloria.

Repite las oraciones, junto a los rezos, durante cinco días seguidos, hazlos con mucho fervor y pidiendo cada día, con toda tu fe y esperanza, el favor especial que deseas obtener por mediación y por el poderoso patrocinio de la Virgen de la Divina Providencia, que nunca abandona y consigue grandes milagros y favores. 

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