Oh mi buen y milagroso Señor Jesús del Perdón,
postrado ante tus pies, con humildad y firme esperanza
vengo a pedirte me llenes con tus bendiciones y favores,
que tu bondad sin fin llegue a mí,
que tu Divina Gracia me rodee e inunde
y tu dulce comprensión perdone mis pecados, faltas y ofensas;
quiero que estés junto a mí cada día, cada instante
y permanezcas hasta la eternidad en mi vida y en mi corazón.
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y tu dulce comprensión perdone mis pecados, faltas y ofensas;
quiero que estés junto a mí cada día, cada instante
y permanezcas hasta la eternidad en mi vida y en mi corazón.
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