SANTORAL

viernes, 30 de marzo de 2018

VIRGEN DE LA SOLEDAD, ORACIÓN PARA PETICIONES IMPOSIBLES Y DESESPERADAS (AMOR, SALUD, PROBLEMAS ECONÓMICOS Y LABORALES...)



Oh Gloriosísima Virgen de la Soledad, Madre Celestial, 
afligidísima Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Salvador, 
que al pie de su Cruz, después de ver y sentir sus sufrimientos, 
recibiste en tus virginales brazos su lacerado Cuerpo ya difunto 
y quedaste desamparada y en la mas triste soledad; 
no sé como decirte cuanto fervor siento hacia Ti, 
cuanto necesito que estés junto a mí, cuanto aguardo de Ti, 
cuanto sé que estás ahí para darme tus bendiciones, 
por ello te alabo y te doy mi amor con la voz y con el alma, 
y te ofrezco mi corazón para que no estés sola en tu llanto. 

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Por la pena y dolor de tu Inmaculado Corazón, 
por la Preciosa Sangre y las Llagas de tu Hijo, 
te pido no me desampares, no me abandones, 
escucha Madre amante mi sentida y humilde plegaria, 
de tu excelsa bondad solicito alivio y comprensión 
y de tu ternura y tu santa mediación, calma en mi aflicción. 

 
¡Oh Nuestra Señora de la Soledad!, 
defensora en los peligros, consuelo en la adversidad, 
dame tu amor de Madre, refúgiame en tu regazo 
y pide por mí a tu muy amado Hijo Jesús, 
no me dejes sufrir mas, lléname de bendiciones 
derrama sobre mí tu mirada bienhechora 
y consigue que mi amargura se convierta en alegría. 

Madre de paz y consuelo, ruega por mis pesares, 
Tú que eres auxilio nuestro y el precioso conducto 
por donde Dios nos manda sus favores y beneficios, 
y quieres que no pasemos por mas dolor del que podemos soportar,
haz que llegue a mí la solución a mis muy difíciles problemas
en especial te pido ayuda para remediar esta angustia: 

(decir ahora el problema y lo que se desea obtener). 

Oh Señora de la Soledad, oh Reina del dolor, 
oh hermosa y dulcísima Virgen María, Madre amantísima, 
derrama sobre mí tu santo socorro, no tardes, 
compadécete de mí, haz posible lo que para mi es imposible, 
pues no hay dolor por amargo que sea,
no hay infortunio ni agobio por graves que sean,
a los que tu no tiendas tu gran auxilio para sanarlos y remediarlos. 

Ruega a Jesucristo perdone mis faltas, mis errores y pecados, 
ilumina mi entendimiento y fortalece mi fe 
y no consientas que olvide que Él por mí dio su vida. 

Yo ....... con mi arrepentimiento y buenos propósitos 
quiero participar de tus sufrimientos en la Pasión de Cristo, 
del inmenso dolor que sentiste por la muerte de tu Hijo, 
que descendió de los Cielos para rescatarme con su Sangre.

Oh clementísima Señora, ten misericordia de mí,
dígnate soberana Madre mía atender mis suplicas,
en Dios y en Ti con toda mi fe espero, 
en Dios y en Ti con todo mi ser confío, 
en Dios y en Ti con toda mi esperanza aguardo.
Así sea.+

Reza siete Avemarías, Padrenuestro y Gloria.
La oración y los rezos se hacen siete días seguidos, 
en honor a los siete Dolores de la Virgen Santísima.

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