Oh Gloriosísima Virgen de la Soledad, Madre Celestial,
afligidísima Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Salvador,
que al pie de su Cruz, después de ver y sentir sus sufrimientos,
recibiste en tus virginales brazos su lacerado Cuerpo ya difunto
y quedaste desamparada y en la mas triste soledad;
no sé como decirte cuanto fervor siento hacia Ti,
cuanto necesito que estés junto a mí, cuanto aguardo de Ti,
afligidísima Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Salvador,
que al pie de su Cruz, después de ver y sentir sus sufrimientos,
recibiste en tus virginales brazos su lacerado Cuerpo ya difunto
y quedaste desamparada y en la mas triste soledad;
no sé como decirte cuanto fervor siento hacia Ti,
cuanto necesito que estés junto a mí, cuanto aguardo de Ti,
cuanto sé que estás ahí para darme tus bendiciones,
por ello te alabo y te doy mi amor con la voz y con el alma,
y te ofrezco mi corazón para que no estés sola en tu llanto.
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por ello te alabo y te doy mi amor con la voz y con el alma,
y te ofrezco mi corazón para que no estés sola en tu llanto.
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