Bendito san Cipriano, santo mundialmente aclamado,
tú que después de haber caído en poder del demonio
conociste a Nuestro Señor Jesucristo, nuestro Redentor,
a través de la bondadosa santa Justina,
y sin dudar te convertiste al Divino Maestro
hasta entregar tu vida en martirio,
y lo elegiste como único Dios y Señor de tu alma y cuerpo,
ven a nosotros sin tardar, danos tus favores;
yo ....... te ruego atiendas nuestras suplicas
e intercedas, junto a santa Justina, por nosotros
ante Jesús nuestro Maestro y Salvador.
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