La palabra adviento procede del latín y significa venida.
El tiempo de adviento son las cuatro semanas anteriores a la Navidad, son cuatro los domingos de adviento empezando por el mas próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre y en ellos se celebra la llegada de la Luz, la venida de Jesucristo al mundo. Cada domingo se enciende la vela correspondiente de la CORONA DE ADVIENTO.
El tiempo de adviento son las cuatro semanas anteriores a la Navidad, son cuatro los domingos de adviento empezando por el mas próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre y en ellos se celebra la llegada de la Luz, la venida de Jesucristo al mundo. Cada domingo se enciende la vela correspondiente de la CORONA DE ADVIENTO.
ORACIÓN AL COMIENZO DEL ADVIENTO:
La tierra, Señor, se alegra en estos días
y todos desbordamos de gozo ante tu Hijo, el Señor,
que se avecina como Luz esplendorosa,
para iluminar a los que yacemos en las tinieblas de la ignorancia,
del dolor y del pecado.
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Llenos de esperanza en su venida,
tus fieles hemos preparado esta corona con ramos del bosque
y la hemos adornado con cirios.
Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo de preparación
para la venida de tu Hijo, te pedimos, Señor,
que mientras se acrecienta cada día
el esplendor de la corona con nuevas luces,
a nosotros nos ilumines con el esplendor de Aquel que,
por ser la Luz del mundo,
iluminará todas las oscuridades.
Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
oración
Encendemos, Señor, esta luz,
como aquel que enciende su lámpara para salir,
en la noche, en la oscuridad,
al encuentro del amigo que ya viene.
Muchas sombras nos envuelven,
muchas aflicciones nos aquejan.
Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes,
queremos caminar alegres hacia ti,
porque Tú nos traes la luz más clara,
la paz más profunda y la alegría más verdadera.
¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!
Unidos en una sola voz digamos:
Padre nuestro que esta en los cielos....
Ven Señor Jesús,
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,
danos tus bendiciones y ayuda
cuando afligidos nos encontremos,
danos tu Luz cuando todo nos parezca oscuro.
Y seremos salvados.
Amén.
ORACIÓN FINAL:
Señor nuestro, que cada año revives en nosotros
la esperanza de la salvación,
haz que así como ahora,
llenos de alegría estamos preparando
la venida de tu Hijo Jesús,
como Redentor de los hombres,
así también, cuando venga como Juez,
lo podamos recibir llenos de confianza y júbilo.
Por el mismo Cristo, nuestro Señor.
Amén. +
Rezar tres Padrenuestros y Gloria.
La vela se apaga para volver a ser encendida, junto a la segunda,
en el Segundo Domingo de Adviento.
La tierra, Señor, se alegra en estos días
y todos desbordamos de gozo ante tu Hijo, el Señor,
que se avecina como Luz esplendorosa,
para iluminar a los que yacemos en las tinieblas de la ignorancia,
del dolor y del pecado.
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Llenos de esperanza en su venida,
tus fieles hemos preparado esta corona con ramos del bosque
y la hemos adornado con cirios.
Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo de preparación
para la venida de tu Hijo, te pedimos, Señor,
que mientras se acrecienta cada día
el esplendor de la corona con nuevas luces,
a nosotros nos ilumines con el esplendor de Aquel que,
por ser la Luz del mundo,
iluminará todas las oscuridades.
Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
oración
Encendemos, Señor, esta luz,
como aquel que enciende su lámpara para salir,
en la noche, en la oscuridad,
al encuentro del amigo que ya viene.
Muchas sombras nos envuelven,
muchas aflicciones nos aquejan.
Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes,
queremos caminar alegres hacia ti,
porque Tú nos traes la luz más clara,
la paz más profunda y la alegría más verdadera.
¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!
Unidos en una sola voz digamos:
Padre nuestro que esta en los cielos....
Ven Señor Jesús,
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,
danos tus bendiciones y ayuda
cuando afligidos nos encontremos,
danos tu Luz cuando todo nos parezca oscuro.
Y seremos salvados.
Amén.
ORACIÓN FINAL:
Señor nuestro, que cada año revives en nosotros
la esperanza de la salvación,
haz que así como ahora,
llenos de alegría estamos preparando
la venida de tu Hijo Jesús,
como Redentor de los hombres,
así también, cuando venga como Juez,
lo podamos recibir llenos de confianza y júbilo.
Por el mismo Cristo, nuestro Señor.
Amén. +
Rezar tres Padrenuestros y Gloria.
La vela se apaga para volver a ser encendida, junto a la segunda,
en el Segundo Domingo de Adviento.
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