INVOCACIÓN A MARÍA AUXILIADORA
¡Oh María! Virgen poderosa, Madre de Misericordia,
grande e ilustre defensora de todos nosotros,
singular auxilio de los cristianos, dulce alivio del que sufre,
terrible como un ejército ordenado en batalla,
bondadosa, amable y siempre dispuesta a ayudarnos,
Madre de Dios Hijo, bendita madre nuestra,
líbranos de desgracias e infortunios, de penas y amarguras
sé Tu siempre nuestro eficaz auxilio y consuelo.
Seguir leyendo
Oh Santísima Señora de Gracia plena, Virgen de la vírgenes,
esperanza de los hombres y puerta del Cielo,
¡oh Madre Celestial!, abogada nuestra,
míranos con clemencia y danos hoy y siempre tu bendición.
En nuestras angustias, en nuestras luchas y apuros,
en todo momento y lugar, danos tu consuelo y protección,
que tu generoso auxilio nos libre de todo mal y enemigo,
que tu ejemplo nos enseñe a amar a Dios sin condición
y a ser mas desprendidos con nuestros hermanos.
Madre nuestra Auxiliadora, danos cobijo y amparo,
que tu amor de Madre nos rodee y fortalezca,
que tu Manto protector nos cubra en tiempos difíciles
y cuando la debilidad y la desesperación nos haga sufrir,
haz que todo cambie para bien y seamos dichosos.
Virgen María, Tú que todo lo puedes en Cielos y Tierra,
no dejes nunca de asistirnos en nuestros problemas,
libéranos de tristezas y necesidades, aléjanos de la adversidad,
ilumínanos, acompáñanos, auxílianos,
intercede por los que a Ti nos encomendamos.
Tú que eres fuente de nuestra salvación, ruega por nosotros,
pide a tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo,
nos otorgue el perdón a nuestras faltas, ofensas y pecados,
y nos de la salud del cuerpo y alma.
Amén.
SÚPLICA A MARÍA AUXILIADORA
¡Oh María! Virgen poderosa, Madre de Misericordia,
grande e ilustre defensora de todos nosotros,
singular auxilio de los cristianos, dulce alivio del que sufre,
terrible como un ejército ordenado en batalla,
bondadosa, amable y siempre dispuesta a ayudarnos,
Madre de Dios Hijo, bendita madre nuestra,
líbranos de desgracias e infortunios, de penas y amarguras
sé Tu siempre nuestro eficaz auxilio y consuelo.
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Oh Santísima Señora de Gracia plena, Virgen de la vírgenes,
esperanza de los hombres y puerta del Cielo,
¡oh Madre Celestial!, abogada nuestra,
míranos con clemencia y danos hoy y siempre tu bendición.
En nuestras angustias, en nuestras luchas y apuros,
en todo momento y lugar, danos tu consuelo y protección,
que tu generoso auxilio nos libre de todo mal y enemigo,
que tu ejemplo nos enseñe a amar a Dios sin condición
y a ser mas desprendidos con nuestros hermanos.
Madre nuestra Auxiliadora, danos cobijo y amparo,
que tu amor de Madre nos rodee y fortalezca,
que tu Manto protector nos cubra en tiempos difíciles
y cuando la debilidad y la desesperación nos haga sufrir,
haz que todo cambie para bien y seamos dichosos.
Virgen María, Tú que todo lo puedes en Cielos y Tierra,
no dejes nunca de asistirnos en nuestros problemas,
libéranos de tristezas y necesidades, aléjanos de la adversidad,
ilumínanos, acompáñanos, auxílianos,
intercede por los que a Ti nos encomendamos.
Tú que eres fuente de nuestra salvación, ruega por nosotros,
pide a tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo,
nos otorgue el perdón a nuestras faltas, ofensas y pecados,
y nos de la salud del cuerpo y alma.
Amén.
SÚPLICA A MARÍA AUXILIADORA
Oh María Auxiliadora, Madre de amor y Paz,
alegría de nuestras vidas, medianera de todas las gracias,
oh Reina de los Apóstoles, de los Ángeles y Santos,
Virgen poderosa mediadora y clemente,
que nos acoges con maternal Corazón
hoy, necesitando un favor especial, y confiando en tu bondad,
a Ti recurro, a Ti te busco, a Ti clamo lleno-a de fe
para que allanes mis caminos, guíes mis pasos
y hagas llegar a mi vida paz, salud, amor y bienestar.
Sabiendo las innumerables gracias y milagros
que diariamente concedes a tus devotos,
he puesto en Ti, amable Señora, mi plena confianza;
y hoy, humildemente postrado-a a tus plantas,
te suplico, con todo el fervor de mi alma, con todo mi ser
remedies mi necesidad, soluciones mis graves problemas
y obtengas de los Cielos esto que tanta falta me hace
y que yo por mis pobres medios no puedo conseguir:
(pedir el favor especial que se desea obtener).
Bien sé, Madre querida que yo no merezco nada;
y aún temo que mis culpas sean un obstáculo a tu bondad.
Mas Tú puedes, dulcísima Señora,
sacarme de esta difícil y dolorosa situación
y hacer que sirva con fidelidad a Ti y a tu divino Hijo,
a fin de que yo también pueda experimentar
la maravillosa eficacia de tu santo Auxilio.
Así sea.
PETICIÓN DE BENDICIÓN A LA VIRGEN
Bendíceme oh María Auxiliadora.
Bendíceme oh María Auxiliadora.
Que tu bendición santísima permanezca en mi noche y día,
en la alegría y en la tristeza, en el trabajo y en el descanso,
en la salud y en la enfermedad,
en la vida y en la muerte y durante la eternidad.
¡Oh bendición de María Auxiliadora!
Dichoso quien te la pide, recibe y guarda,
en la alegría y en la tristeza, en el trabajo y en el descanso,
en la salud y en la enfermedad,
en la vida y en la muerte y durante la eternidad.
¡Oh bendición de María Auxiliadora!
Dichoso quien te la pide, recibe y guarda,
y después de obtenerla aquí en la tierra
la lleve en su último suspiro
como prenda de vida eterna.
Nuestro auxilio está en el nombre del Señor
que hizo cielo y tierra y nos da paz y amor.
Amén. +
Reza la Salve, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Las oraciones y los rezos se hacen por cinco días seguidos.
la lleve en su último suspiro
como prenda de vida eterna.
Nuestro auxilio está en el nombre del Señor
que hizo cielo y tierra y nos da paz y amor.
Amén. +
Reza la Salve, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Las oraciones y los rezos se hacen por cinco días seguidos.
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