SALVE JOSEFINA
¡Salve a ti, celoso defensor de Cristo!,
¡Salve a ti, celoso defensor de Cristo!,
virginal custodio del hogar divino;
vida, paz dulzura y esperanza nuestra;
faro de virtudes, norma de paciencia.
Con filial confianza nosotros,
los desterrados, pobres hijos de Eva,
siempre a ti llamamos
y hacia ti exhalamos en el triste valle,
vuelve hacia nosotros,
esos dulces ojos misericordiosos,
y, cuando el destierro se haya terminado,
muéstranos al Niño que te fue confiado.
Si, patriarca santo, protector clemente,
Si, patriarca santo, protector clemente,
ruega por nosotros en vida y en muerte,
para hacernos dignos
de la gran promesa fulgurante y divina
de la gloria eterna.
Amén. +
(JACULATORIA)
Pues tu poder vale tanto, entre Jesús y María,
(JACULATORIA)
Pues tu poder vale tanto, entre Jesús y María,
digamos con dulce canto:
"Oh José del alma mía,
que eres puro, casto y santo".
(Repetir tres veces)
ORACIÓN
¡Bendito seas custodio de la Sagrada Familia!,
(Repetir tres veces)
ORACIÓN
¡Bendito seas custodio de la Sagrada Familia!,
tu que eres grande a los ojos del Padre,
que puso bajo tu cuidado a sus más grandes tesoros,
bendícenos, guárdanos y ampáranos,
protégenos con perpetuo patrocinio
asístenos propicio desde el Cielo ante la adversidad
y por tu poderosa intercesión
consíguenos ayuda en esta muy urgente necesidad:
(pedir confiadamente lo que se quiere conseguir).
Esto es, Santo mío, lo que te suplico;
(pedir confiadamente lo que se quiere conseguir).
Esto es, Santo mío, lo que te suplico;
y lo que con humildad y con tu poder y auxilio
espero
alcanzar de mi Dios y Señor,
sí tú le llevas mis súplicas seguro las concederá,
pues grande es el amor
que el Divino Jesús tiene por ti
y nada te es negado cuando tú se lo pides,
ruega por mí ante Él, a quien deseo amar y servir,
como tú lo amaste y
serviste siempre,
por siempre, y por una eternidad.
¡Bendito seas dulcísimo San José,
que fuiste testigo de la Gloria de Dios en la tierra.
Bendito sea el Padre Eterno que te escogió.
Bendito sea el Hijo que te amó
y el Espíritu Santo que te santificó.
Bendita sea María que te amó! Amén.
que fuiste testigo de la Gloria de Dios en la tierra.
Bendito sea el Padre Eterno que te escogió.
Bendito sea el Hijo que te amó
y el Espíritu Santo que te santificó.
Bendita sea María que te amó!
OREMOS A JESÚS
Oh benignísimo Jesús, Redentor nuestro,
que te ocupas de nuestras adversidades
y nos das el consuelo que buscamos
cuando estamos llenos de carencias,
hoy acudimos a tu Sagrado y compasivo Corazón
y te solicitamos nos ayudes a superar
los malos momentos por los que pasamos;
así como tu padre amado te sustentó en Nazaret,
y Tú, a cambio, le premiaste
con tu santísima compañía tantos años,
con tu doctrina y tu dulce conversación,
así te rogamos con plena confianza y esperanza,
que por intercesión del bendito san José
nos concedas lo que hemos solicitado
y veamos solucionadas nuestras necesidades,
que como bien sabes nos hace falta
para vivir sin preocupaciones ni agobios,
para alejar a nuestras familias de la pobreza
y poder vivir con un digno bienestar;
así como el sustento espiritual de tu gracia,
y de tu santa comunión,
y que vivamos santa y humildemente,
como tú en Nazaret.
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
Hacer todo tres días seguidos.
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