Acudo a Ti mi buen Jesús para solicitar tu auxilio,
con toda mi fe te pido me hagas llegar paz y consuelo,
te ruego aumentes mi esperanza y me des fuerza para seguir,
te suplico me rodees con tus brazos y seas mi refugio y sostén
ahora que tanto te necesito y estoy lleno-a de amargura.
Oh Brazo Poderoso de mi Jesús Divino,
hoy que embarga mi
alma una pena,
rasgándome el pecho
la desesperación,
vengo a ti, a ti acudo pidiendo no me abandones
y te ruego uses tu misericordiosa caridad conmigo
para que se solucione todo lo que me aflige y agobia,
ya por
la excelsa virtud de tu superioridad,
ya por que compenetras
todos los corazones,
y, sobre todo, porque en el dominio del
fuero interno
sabes entender lo
que pasa, lo que me llena de angustia
y hasta dónde me
corresponde la culpabilidad.
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Tú que antes de
llegar a la inmortalidad de tus Divinas
alturas
pasaste por la tierra
y estudiaste las flaquezas
de los que fueron
hechos por la Divina Mano
para buscar su
redención, su salvación,
y te expusiste a
toda suerte de afrentas, dolores y sacrificios,
regando la tierra
con tu Preciosísima Sangre
y tus sublimes palabras, ejemplos, doctrinas y enseñanzas,
Tú Jesús adorado que como nadie sabes escuchar,
te imploro, Señor, acoge hoy mi ruego y recíbelo en tu corazón.
Corazón moldeado para todas las grandezas
te imploro, Señor, acoge hoy mi ruego y recíbelo en tu corazón.
Corazón moldeado para todas las grandezas
y lleno para
conceder favores, para dar santos auxilios
a los que, envueltos
en olas del infortunio y llenos de tribulaciones
buscan tu alivio, tu consuelo, tu refugio y regazo;
acógeme, Señor, y dame tu poderosa y valiosa ayuda
para salir de esta grave situación que ahora me embarga
y que me resulta muy difícil de solucionar yo solo-a,
acoge mi petición fervorosa que, de rodillas ante tu imagen,
acógeme, Señor, y dame tu poderosa y valiosa ayuda
para salir de esta grave situación que ahora me embarga
y que me resulta muy difícil de solucionar yo solo-a,
acoge mi petición fervorosa que, de rodillas ante tu imagen,
y con los ojos encendidos
por la suprema fe,
te hago con inmensa confianza, con humildad y esperanza
te hago con inmensa confianza, con humildad y esperanza
sabiendo que Tú harás que encuentre la paz y bienestar
que en estos momentos tanto preciso para tener dicha:
(pide ahora lo que deseas conseguir).
Señor Jesús, confío en tu milagroso Brazo Poderoso
lleno de amor y misericordia, lleno de gracias y favores
y sé que hallaré en Él pronta respuesta y solución.
Señor Jesús, confío en tu milagroso Brazo Poderoso
lleno de amor y misericordia, lleno de gracias y favores
y sé que hallaré en Él pronta respuesta y solución.
Divino Rostro de Jesús, envuélveme con radiante luz,
trae a mi vida el consuelo que busco y al aliento que necesito,
que cada vez que recurra a Ti encuentre paz y justicia,
que siempre que piense en Ti mi corazón rebose de amor,
yo te prometo ser más constante en mis oraciones,
no dejar de creer, amar y confiar en el Padre Celestial
ser mejor y tener más caridad con mis semejantes,
sabes que siempre tendrás mi devoción y mucha gratitud.
Jesús mío, tú que eres todo bondad y clemencia ven a mí,
Jesús mío, tú que eres todo bondad y clemencia ven a mí,
que tu Espíritu Santificador en toda ocasión
me haga participe del triunfo del bien sobre el mal,
que tu Espíritu de Amor dirija mis pasos y mi corazón
para que pueda seguirte e imitar tu entrega,
que Tu Espíritu y bendición constante me acompañen
todos los días de mi existencia terrenal.
Así sea. +
Rezar tres Credos, tres Padrenuestros
que tu Espíritu de Amor dirija mis pasos y mi corazón
para que pueda seguirte e imitar tu entrega,
que Tu Espíritu y bendición constante me acompañen
todos los días de mi existencia terrenal.
Así sea. +
Rezar tres Credos, tres Padrenuestros
y una Salve a la Santísima Madre de Jesús.
Esta oración junto a los rezos indicados se
hace durante tres días seguidos, (mejor si es ante una imagen o estampa de Jesús Bendito, Jesús Adorado y Todo Poderoso, y se puede rezar en un templo, en el hogar, el trabajo u otro lugar, pero siempre con mucha fe y devoción).
A los nueve días se
repite todo durante otros tres días, y el consuelo y la ayuda
llegará rápido al que con humildad y fe hace la petición.
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