Oh Nuestra señora
del Carmen, María Santísima,
Virgen soberana,
gloriosa Madre,
Templo y sagrario
de la Trinidad Santísima,
Gloria de los
justos,
Amparo y consuelo
de los afligidos pecadores,
ruega por nosotros
tus hijos
que en las
adversidades, con inmensa fe, acudimos a ti
para buscar como
amorosa Madre nuestra,
el remedio, el
consuelo y el amparo
en todas las necesidades
y sufrimientos.
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Virgen Santísima del
Carmen,
¡oh hermosura del
Carmelo!
míranos postrados
reverentes ante tu Sagrada Imagen,
y concédenos
benigna tu amorosa protección.
Te ruego, hermosa Señora mía
Te ruego, hermosa Señora mía
que me muestres
siempre tu amor
y me concedas tu singular
predilección y amparo,
que seas mi
defensa poderosa en esta vida mortal,
para que sea
alejado de los peligros de ella,
y triunfe sobre
mis enemigos,
para que en todas
las tribulaciones e inseguridades
encuentre tranquilidad,
confianza y seguridad,
y en las
adversidades salga con victoria,
en especial pido
tu especial asistencia para:
(pedir lo que se desea conseguir).
Oh beatísima Virgen del Monte Carmelo
(pedir lo que se desea conseguir).
Oh beatísima Virgen del Monte Carmelo
te ruego, Señora,
me alcances de su majestad
copiosas lluvias
de auxilios
sobre todo lo que
pido en esta oración.
Por la purísima limpieza de pecado original;
Por la purísima limpieza de pecado original;
por la gracia y
dones que adornan vuestra alma;
por la vida que
hicisteis para espejo de los justos;
por la dignidad
grandiosa de Madre de Dios,
engrandecida y
ensalzada entre todas las generaciones;
por la muerte
dichosa de amores soberanos;
por la Asunción
gloriosa para Reina de los cielos,
y por la corona de
gloria que os dieron
para aventajar a
los Santos y Coros celestiales:
os suplico, pues lo
tenéis ofrecido
a los que procuran
ser hijos vuestros,
me ayudéis en
vida,
para que con
santidad en el alma y pureza en el cuerpo
sirva a vuestro
Hijo Jesús, guardando sus santos preceptos,
y me asistáis en
mi muerte,
y salga de esta
vida en gracia y amor de Dios.
Y, finalmente, en las rigurosas penas del Purgatorio,
Y, finalmente, en las rigurosas penas del Purgatorio,
vuestra
intercesión soberana me valga,
para que cuanto antes vaya a gozar de la vida eterna.
Así sea. +
Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo:
Así sea. +
Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo:
Dios te Salve, Reina
y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra…
Rezar el Avemaría, Padrenuestro y Gloria.
La oración se hace por la mañana y por la noche
durante tres días seguidos.
Rezar el Avemaría, Padrenuestro y Gloria.
La oración se hace por la mañana y por la noche
durante tres días seguidos.
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