Nuestra Señora de la Sonrisa, Madre de la alegría,
vengo a ponerme delante de tus ojos buenos,
acudo a ti buscando tu consuelo maternal y amoroso
para superar y vencer las contrariedades y temores
que tanto me preocupan y me apenan,
para que me ayudes a enfrentarme y salir cuanto antes
de las circunstancias desfavorables e infortunadas
por las que paso en estos momentos de dolor y aflicción.
experimentaste necesidades similares a las mías,
ahora que gozas del Cielo intercede por mi
para que pueda avanzar con alegría
y con los caminos despejados de todo mal y angustia.
Hoy preciso de Ti, necesito esa luz de tus ojos serenos
y con los caminos despejados de todo mal y angustia.
Hoy preciso de Ti, necesito esa luz de tus ojos serenos
y esa esperanza de tu rostro amable,
necesito que vuelva a mi la alegría y la felicidad.
necesito que vuelva a mi la alegría y la felicidad.
Madre y Señora, te doy gracias porque sé que estas a mi lado
aún en los peores momentos:
cuando sufro, tengo tu alivio;
cuando estoy feliz, compartes mi gozo.
Vengo a buscar tu ayuda de Madre para mí
y para todos mis seres queridos.
Virgencita mía, apiádate de mí que estoy deprimido-a,
afligido-a, triste y la soledad me embarga,
tiéndeme tus manos de misericordia
y destraba lo que me frena para que avance sin obstáculos.
tiéndeme tus manos de misericordia
y destraba lo que me frena para que avance sin obstáculos.
Virgen de la sonrisa, devuélveme el ánimo,
trae a mi vida todo lo bueno
y haz que se acabe tanta intranquilidad y desasosiego.
y haz que se acabe tanta intranquilidad y desasosiego.
Alcánzame el consuelo de tu Hijo Jesús,
dame Madrecita salud en la enfermedad
y paz, amor, bienestar y prosperidad en mi hogar;
dame Madrecita salud en la enfermedad
y paz, amor, bienestar y prosperidad en mi hogar;
dame alivio en mis angustias y problemas,
y ayuda en mis preocupaciones y dificultades;
dame amparo y protección en mis luchas y adversidades;
y pronto auxilio en mis necesidades y carencias,
en especial, Señora amada, te pido me concedas:
en especial, Señora amada, te pido me concedas:
(pedir con gran confianza todo lo que se quiere obtener).
Lléname de fortaleza, paciencia, valentía,
y mucha esperanza para seguir caminando,
dame dulce Virgen lo que humildemente solicito
para que se alejen las penas y vuelva a sonreír.
dame dulce Virgen lo que humildemente solicito
para que se alejen las penas y vuelva a sonreír.
Madre de la Alegría, Madre de la Sonrisa, Madre Generosa,
derrama tu consuelo en todos los que estamos tristes y cansados,
en los que pasamos por depresión y desaliento,
derrama tus milagrosas bendiciones sobre todos nosotros
y no dejes de rogar a Dios por nuestra felicidad.
derrama tus milagrosas bendiciones sobre todos nosotros
y no dejes de rogar a Dios por nuestra felicidad.
Llénanos a todos de confianza,
porque Tú comprende lo que nos pasa,
Tú nos amas y no nos dejas sin auxilio,
Tú nos cubres con tu manto
para protegernos y cuidarnos
Tú nos amas y no nos dejas sin auxilio,
Tú nos cubres con tu manto
para protegernos y cuidarnos
y nos guardas en tu amable corazón materno
para sanar nuestros sufrimientos.
Virgen María, continua dándonos remedio a nuestros males,
enséñanos a ser mejores personas
y acércanos cada vez más a tu Hijo, nuestro hermano y Señor.
para sanar nuestros sufrimientos.
Virgen María, continua dándonos remedio a nuestros males,
enséñanos a ser mejores personas
y acércanos cada vez más a tu Hijo, nuestro hermano y Señor.
Amén. +
Rezar la Salve, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
La oración, junto a los rezos, se hacen por tres días seguidos,
o nueve como una novena, si la petición es muy desesperada.
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