¡Oh Santísimos Ángeles del Cielo! benditos seres de luz,
gloriosos Ángeles de Dios y elegidos por Dios,
vosotros que veis de cerca al Creador y cumplís su Voluntad,
interceded por nosotros ante la Santísima Trinidad
y ante María, Reina de los Ángeles y Reina nuestra,
para obtener las gracias y favores que hoy precisamos
y que tanta falta nos hacen para tener dicha y tranquilidad.
Oh Santos Ángeles de Dios, gloriosos guardianes nuestros,
oh Ángeles Protectores, gracias por vuestra compañía,
por vuestro amparo, defensa y custodia en todo momento.
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por vuestro amparo, defensa y custodia en todo momento.
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Coros Celestiales, Santos Ángeles benéficos,
ayudadnos a dar Gloria a Dios en nuestras vidas:
que podamos conocerle, amarle sin medida y servirle fielmente;
que podamos practicar nuestra fe, nuestra esperanza y caridad
y tengamos fortaleza para sostenerlas siempre.
Alejad de nosotros todo peligro físico y espiritual,
toda mala situación y cualquier persona que quiera perjudicarnos
retirad todo aquello que nos cause mal, angustia o enfermedad,
retirad todo aquello que nos cause mal, angustia o enfermedad,
defendednos de los asaltos del maligno, de los malos espíritus,
sed, os rogamos, nuestro refugio en la adversidad,
confortadnos cuando nos encontremos en la miseria y el dolor,
socorrednos en las dificultades económicas, en la precariedad,
socorrednos en las dificultades económicas, en la precariedad,
dadnos favorable solución en los problemas amorosos y emocionales,
proteged y amparad nuestras vidas y las de nuestras familias,
mejorad y traed abundancia a nuestros hogares,
dad prosperidad a nuestros negocios, inversiones y trabajos,
en fin, amparadnos y ayudadnos a prosperar adecuadamente
mejorad y traed abundancia a nuestros hogares,
dad prosperidad a nuestros negocios, inversiones y trabajos,
en fin, amparadnos y ayudadnos a prosperar adecuadamente
y haced posible que se quede atrás todo lo que nos inquieta
y no nos permite alcanzar el bienestar y la felicidad que deseamos.
Santos Ángeles de Dios, vosotros que nos dais aliento y fuerza
llevad nuestras oraciones y deseos ante el Trono del Altísimo,
llevad ante Él nuestras miserias, nuestros problemas y dificultades,
y obtened para nosotros de su infinita bondad y gran misericordia,
todo lo que es bueno para nuestras vidas y diario caminar,
y, mediante la intercesión maternal de la Virgen María,
que nos da su afecto y nos ampara bajo su santo manto,
haced que nos llegue el remedio y solución que tanto precisamos
en estas difíciles, duras y desesperadas circunstancias:
(pide los favores que quieres conseguir).
Con toda la confianza puesta en vosotros, Santos Ángeles del Cielo,
finalmente os solicitamos que nos obtengáis también,
mediante vuestra ayuda, vuestra perfecta defensa y guía,
entrar en el Palacio de la eterna Gloria,
para allí poder expresar nuestra gratitud hacia vosotros
y alabar y glorificar al Señor y a la Virgen María
por los siglos de los siglos.
Amén. +
ORACIÓN FINAL
Adoremos al Señor, ante quien los Ángeles se postran,
y, supliquémosle con todo nuestro corazón y humildad
que envíe en toda ocasión a estos servidores de su Reino
para que nos ayuden en nuestro camino, nos ayuden en la aflicción
y nos aparten, libren y defiendan de los peligros.
Dios Santo todopoderoso e inmortal,
concédenos todos los bienes espirituales y temporales
y dispénsanos por la mano de estos celestiales espíritus
los favores que pedimos en esta oración,
que tu amorosa Providencia nos cubra hoy y siempre.
Padre del Cielo, ten piedad de nosotros. Así sea.
Reza tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
Esta eficaz oración a los Ángeles, junto a la oración final y los rezos indicados se hacen durante tres días seguidos.
Los Ángeles a diario nos brindan con afecto su gran ayuda. Podemos acudir a ellos en los momentos de angustia, en los peligros, cuando estamos tristes y desesperados, en las dificultades económicas, en los problemas familiares, en los dolores y la falta de salud y, en general, en cualquier asunto que nos quite el sueño, no nos permita avanzar y nos cause agobio e intranquilidad.
Los santos Ángeles, por estar tan próximos a Dios, nos transmiten la esperanza, la paz y serenidad que el Señor ofrece a los hombres, son nuestros custodios y poderosos intercesores en las Alturas, en especial en los difíciles momentos de la vida, sobre todo cuando las necesidades y los problemas nos rodean y no podemos salir por nuestros propios medios de ellos. Acude a los Ángeles con sincera confianza y verás que puedes obtener lo que precisas pues los Ángeles no nos abandonan nunca ni nos dejan solos ante los infortunios.
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