Oh
Santísima Virgen María,
Madre de Dios y Madre nuestra,
te saludamos y veneramos como Señora y Reina
de
la Preciosísima Sangre de Jesús,
y te pedimos que rocíes
nuestras almas y cuerpos con ella
para
vencer las asechanzas del demonio
y
andar siempre con celo santo el camino de la virtud;
para
aumentar la gracia y los siete dones del Espíritu Santo,
para
aumentar la humildad, paciencia y resignación
a la voluntad de Dios,
a la voluntad de Dios,
para
ayuda y consuelo de los afligidos y angustiados,
para
sanación y fortaleza de enfermos
para ayuda de los oprimidos por las necesidades,
para ser liberado de toda influencia del mal
para proteger todo mi ser de peligros, enemigos
y de toda mala persona que mi mal desee,
y de toda mala persona que mi mal desee,
y
por la liberación de las almas del purgatorio
Oh
Santísima Virgen María,
Madre
exaltada a un puesto tan alto
elegida por el
triunfo de tu Corazón Inmaculado
como mediadora de
todas la gracias
que viste fluir del cuerpo de Jesús la Sangre
Bendita
con que Jesús tu Hijo me compró y ofreció
para el perdón de
mis pecados.
Tú, bendita Virgen María que sentiste un dolor inmenso
Tú, bendita Virgen María que sentiste un dolor inmenso
por la sangre que vertió toda su cara,
por la sangre que brotaba en todo su cuerpo
por los latigazos recibidos,
esa sangre que broto de sus manos y sus pies
cuando los traspasaron los clavos,
esa sangre que broto de su costado
cuando le atravesaron la lanza.
Por esa sangre te entrego todas mis preocupaciones,
Por esa sangre te entrego todas mis preocupaciones,
mis grandes necesidades
y dificultades,
para que unidos al dolor tuyo y de Jesús,
alcance por tu intercesión las gracias que espero
y obtenga solución
para mis problemas presentes:
(decir con mucha esperanza lo que se quiere conseguir).
Madre y Señora tú que has colaborado
(decir con mucha esperanza lo que se quiere conseguir).
Madre y Señora tú que has colaborado
con la victoria brillante de la Sangre de Jesús
y estando al lado de tu Hijo,
el Redentor te ha hecho Corredentora
y Madre de todos los hombres:
y estando al lado de tu Hijo,
el Redentor te ha hecho Corredentora
y Madre de todos los hombres:
te
rogamos escribe con la Sangre del Cordero
nuestros
nombres en el libro de la vida,
para
que un día después de haber sido devotos
de
la Preciosísima Sangre de Jesucristo
podamos
glorificarla en la Gloria Eterna.
Bendita sea la Preciosísima Sangre de Jesús
Bendita sea la Preciosísima Sangre de Jesús
ahora
y siempre por los siglos de los siglos.
Amén. +
Amén. +
Rezar La Salve, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Esta oración es muy poderosa si se hace con mucha fe,
hay que repetirla, junto a los rezos cinco días seguidos,
para honrar las cinco Llagas de nuestro Señor Jesús
y agradecer la Sangre derramada por los hombres.
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