Oh prestigioso y triunfante san Jorge,
poderoso “caballero campeón de dragones”,
servidor fiel de Dios, mártir invencible de la fe,
y verdadero ejemplo de los humildes,
tú que de los vicios y de las energías perversas
nos has defendido tantas veces con tu lanza,
para transportarnos a la Luz,
acude a nosotros una vez más
para que en la lucha contra aquello que nos daña
Glorioso San Jorge,
que siempre ayudaste a los pobres,
cobijaste a los desamparados,
protegiste a los desvalidos,
amparaste a los necesitados,
con grandeza y humildad,
con abnegación y generosidad,
te pedimos nos ampares y defiendas
de las injusticias de las que somos víctimas.
Usa tu gran poder en nuestra defensa,
Usa tu gran poder en nuestra defensa,
y cambia los acontecimientos y las circunstancias
para que no seamos acosados, perseguidos,
doblegados, oprimidos, ni maltratados nunca más,
¡nunca más!.
¡nunca más!.
Cambia los corazones de quienes nos dañan,
vuélvelos mansos y humildes,
destierra de ellos la ira, la violencia y la soberbia,
y no permitas la humillación ni el maltrato,
tanto físico como moral o psicológico.
Defiende con tu lanza a los más débiles,
y ablanda el carácter de los agresivos,
orgullosos, coléricos y amargados,
de los que dominados por sus vicios,
no pueden controlar su carácter
y agreden y dominan a los mansos.
San Jorge, valiente guerrero,
ayúdanos en la lucha contra el mal y la maldad,
protégenos del sufrimiento e infúndenos coraje y valor,
para que podamos defendernos por nosotros mismos,
y en especial, poderoso san Jorge,
asístenos y ampáranos en esta gran dificultad
que en estos momentos nos aflige y angustia:
(pedir lo que se quiere lograr).
Noble y bendito san Jorge,
consíguenos mediante tu intercesión
lo que con humildad solicitamos,
y pide a Dios Todopoderoso nos favorezca con sus gracias
y nos libre de los peligros que nos acechan,
para así lograr feliz puerto en nuestras fatigas
y pasar salvos las zozobras de la muerte física,
para que un día podamos alabarle, junto a ti, en la Gloría.
Así sea. +
Rezar el Credo, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
La oración y los rezos se hacen tres días seguidos.
Rezar el Credo, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
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