¡Al Niño Jesús, nuestro Salvador,
cantemos sus alabanzas y pidámosle sus bendiciones!
¡Oh Santo Niño Jesús de las Suertes!,
Tú que eres la verdadera luz que aclaras las confusiones
de nuestros desasosiegos y fatigas,
que eres la ayuda que endulza en nuestras preocupaciones,
y, por tu divino poder, provees las necesidades de todos,
te imploro en tu ternura e indulgencia
me socorras en mi desvalimiento, en mis estrecheces y carencias.
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¡Oh Santo Niño de las Suertes!
verdadero Dios y verdadero hombre,
¡Oh Santo Niño Jesús de las Suertes!,
Tú que eres la verdadera luz que aclaras las confusiones
de nuestros desasosiegos y fatigas,
que eres la ayuda que endulza en nuestras preocupaciones,
y, por tu divino poder, provees las necesidades de todos,
te imploro en tu ternura e indulgencia
me socorras en mi desvalimiento, en mis estrecheces y carencias.
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¡Oh Santo Niño de las Suertes!
verdadero Dios y verdadero hombre,
hazme muy devoto de tu Santísimo Sacramento,
de tu Madre, María Inmaculada
y de tu padre en la tierra, el Patriarca San José. Te adoro, amable y Santo Niño de las Suertes,
el más humilde y el más grande entre los hombres;
el más pobre y el más rico, el más débil y el más poderoso.
Te bendigo, te amo y te adoro
porque te has dignado descender hasta nosotros
para ser nuestro modelo en la práctica de todas las virtudes,
nuestro guía en las dificultades de la vida
y nuestro consuelo en los días de aflicción.
Por eso, con el corazón lleno de agradecimiento,
te adoro, te bendigo y te amo
con todo el fervor de mi alma
y confiadamente levanto mis ojos hasta ti,
mi Dios, buscando tu mirada llena de misericordia.
Tú nos has dicho: “Pedid y se os dará”,
así pues, mira nuestras presentes dificultades y estrecheces
y ayúdanos con tu bondad a remediarlas cuanto antes
y de la manera que nos sea más provechosa para nuestra alma:
(pedir con fe al Santo Niño de las Suertes lo que se necesita)
Nos entregamos a ti, milagroso santo Niño de las Suertes,
seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza
y que, en virtud de esta promesa,
y que, en virtud de esta promesa,
acogerás benignamente nuestras súplicas
y las despacharás favorablemente
para mayor gloria tuya y por amor a nosotros.
Amén. +
Rezar el Credo, tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
Hacer la oración y los rezos tres días seguidos.
Rezar el Credo, tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
Hacer la oración y los rezos tres días seguidos.
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