PALABRAS DE SAN BERNARDO DE CLARAVAL
..."Virgen bendita,
que tu bondad haga conocer en adelante al mundo
la gracia que tú has hallado junto a Dios:
consigue con tus oraciones el perdón de los culpables,
la salud de los enfermos,
el consuelo de los afligidos,
ayuda y libertad para los que están en peligro"...
ORACION ACORDAOS
"Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido a tu protección,
implorando tu asistencia
implorando tu asistencia
y reclamando tu socorro,
haya sido abandonado por ti.
Animado con esta confianza
a ti también acudo,
¡oh Madre, Virgen de las Vírgenes!
Y, aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados,
Y, aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer
ante tu presencia soberana.
No deseches mis súplicas,
¡oh Madre de Dios!,
Madre del Verbo Divino
antes bien,
inclina a ellas tus oídos
inclina a ellas tus oídos
y dígnate atenderlas favorablemente".
Amén.
Pedir con inmensa esperanza a la Santísima Virgen
lo que se quiere conseguir
lo que se quiere conseguir
y rezar la Salve y tres Avemarías.
EN LATIN
Memorare, O
piissima Virgo Maria,
non esse auditum a
saeculo,
quemquam ad tua currentem praesidia,
tua implorantem auxilia, tua petentem suffragia,
esse derelictum.
Ego tali animatus confidentia,
ad te, Virgo Virginum, Mater,
curro, ad te venio, coram te gemens peccator assisto.
Noli, Mater Verbi,
verba mea despicere; sed audi propitia et exaudi.
Amen. +
quemquam ad tua currentem praesidia,
tua implorantem auxilia, tua petentem suffragia,
esse derelictum.
Ego tali animatus confidentia,
ad te, Virgo Virginum, Mater,
curro, ad te venio, coram te gemens peccator assisto.
Noli, Mater Verbi,
verba mea despicere; sed audi propitia et exaudi.
Amen. +
OREMOS
Omnipotente Dios, Padre nuestro Celestial,
que por tu tierna bondad
entregaste a tu único Hijo, Jesucristo,
para sufrir muerte en la Cruz,
escúchanos, te suplicamos humildemente.
Tú que llamaste a María para hacerla tu sierva
y la colmaste con la corona de la salvación,
gracias te doy porque con tu inmensa grandeza
la honraste y bendijiste como hija,
la llenaste con plenitud de gracias
y nos la entregaste a la humanidad
para que fuera nuestra ventana del Cielo,
nos hiciera participes de sus dones
y, con su patrocinio, curase nuestras heridas,
nos diera consuelo en nuestras aflicciones
y nos aliviara en las tristezas de este mundo,
atiende las peticiones que te hacemos.
Señor, Dios nuestro,
Tú hiciste del abad san Bernardo,
inflamado en el celo de tu casa,
una lámpara ardiente y luminosa
en medio de tu Iglesia;
concédenos, por su intercesión,
los bienes que te pedimos confiadamente,
ayúdanos a ver con claridad,
líbranos de la oscuridad de este mundo
y danos fortaleza para caminar con firmeza
hacía la luz de tu Paz y de tu Amor,
así como participar de su ferviente espíritu
y caminar siempre como hijos de la luz,
a fin de que te demos gracias y alabanza
ahora y eternamente.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
A esta sencilla pero preciosa oración, de amor y confianza, dedicada a la Santísima Virgen María también se la conoce como "Memorare" (del latín, que se traduce por "acordaos").
Aunque en algunos textos se considera de autor desconocido, la mayoría la atribuye a san Bernardo de Claraval (Doctor de la Iglesia S. XII), que fue un grandísimo seguidor y fidelísimo devoto de la Virgen Santísima, y se adelantó en su tiempo al considerarla medianera de todas las gracias y poderosa intercesora nuestra ante su Hijo Nuestro Señor.
La festividad de san Bernardo se celebra el día 20 de agosto.
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