Glorioso San Isidro, santo patrón de los desvalidos,
tu vida fue un ejemplo de humildad y sencillez,
tu vida fue un ejemplo de humildad y sencillez,
de entrega, dedicación y generosidad,
de trabajo, sacrificio y oración,
y, por tu constancia en el bien obrar,
por el cumplimiento fiel de tus deberes,
mereciste la veneración en la tierra
y la recompensa eterna de la Gloria Celestial.
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de trabajo, sacrificio y oración,
y, por tu constancia en el bien obrar,
por el cumplimiento fiel de tus deberes,
mereciste la veneración en la tierra
y la recompensa eterna de la Gloria Celestial.
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