¡Oh gloriosa Santa Ana,
amable madre de la Reina del Cielo!
santa privilegiada que sobresales en merito y gloria,
ricamente dotada en las gracias de Dios,
ejemplo de piedad y paciencia y esforzada en la virtud,
amable madre de la Reina del Cielo!
santa privilegiada que sobresales en merito y gloria,
ricamente dotada en las gracias de Dios,
ejemplo de piedad y paciencia y esforzada en la virtud,
que estas llena de compasión y misericordia
por aquellos que con fe te invocan
y de amor por los que sufren.
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Bendita santa Ana que con amor sincero
te entregaste a la voluntad de Dios;
esposa fiel del glorioso san Joaquín
madre perfecta de nuestra mediadora, la Virgen María,
y grande por las muchas gracias que el Señor te concedió.
Agobiado-a con el peso de mis problemas,
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Bendita santa Ana que con amor sincero
te entregaste a la voluntad de Dios;
esposa fiel del glorioso san Joaquín
madre perfecta de nuestra mediadora, la Virgen María,
y grande por las muchas gracias que el Señor te concedió.
Agobiado-a con el peso de mis problemas,
me postro suplicante a tus pies y humildemente te ruego
que tomes a tu especial cuidado
esta urgente y grave necesidad mía:
(hacer ahora, con mucha fe, la petición)
Por favor, escúchala,
recomiéndala a tu hija, Santa María,
y deposítala ante el trono de Jesús
y deposítala ante el trono de Jesús
de manera que El pueda llevarla
a una rápida y feliz resolución.
Continúa intercediendo por mí
hasta que mi petición sea concedida,
pues ya ves lo desamparado-a que estoy
y cuanto preciso que me echen una mano.
pues ya ves lo desamparado-a que estoy
y cuanto preciso que me echen una mano.
Pero por encima de todo, obtenme la gracia
de que un día pueda ver a Dios cara a Cara,
para que contigo, Jesucristo
la Virgen y todos los ángeles y santos
pueda alabarle y bendecirle por toda la eternidad.
Amén. +
Jesús, María y Santa Ana, ayudadme ahora
que tanto preciso vuestro poderoso patrocinio
y dadme vuestro amparo en la hora de mi muerte.
que tanto preciso vuestro poderoso patrocinio
y dadme vuestro amparo en la hora de mi muerte.
Santa Ana ruega por mí.
Rezar la Salve, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Hacer la oración junto a los rezos tres días seguidos.
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