Virgen de las
Lágrimas, socórrenos:
con la luz que
irradia de tu Bondad,
con el consuelo
que brota de tu Corazón,
con la paz, tú que
eres reina de la paz.
Con toda
confianza, te presentamos nuestra súplica:
aquí están
nuestras penas,
para que nos alientes y consueles,
nuestras necesidades y problemas,
para que nos ayudes a resolverlos...
Aquí están nuestros cuerpos,
¡Madre amantísima, de las Lágrimas y de la Misericordia!,
Reza la Salve y tres Avemarías.
Repetir la oración y los rezos tres días seguidos.
para que los fortalezcas y sanes,
nuestros heridos y destrozados corazones,
para que los llenes
de amor, fidelidad,
de bondad y caridad, nuestras almas,
para que obtengas su salvación eterna.
Virgen de las Lágrimas, Madre Santísima,
Virgen de las Lágrimas, Madre Santísima,
acógenos, por favor, en tu seno virginal,
danos amparo, defensa y protección,
auxílianos en las dificultades por las que hoy pasamos.
Vela por nuestras familias que te necesitan,
Vela por nuestras familias que te necesitan,
ven a nosotros y danos la paz que buscamos,
aleja las lagrimas y muchos los pesares que nos rodean,
reúnenos de nuevo, une nuestros corazones
y haz que sea restaurado el bello amor
que hasta no hace mucho teníamos.
Oh Madre bendita, madre milagrosa,
Tú sabes bien todo lo que nos aflige y duele,
por ello te suplicamos no nos abandones,
haz que recobremos las esperanzas y la ilusión,
cura nuestros heridos corazones,
haz que en nuestros hogares haya de nuevo armonía,
que las discusiones, las infidelidades,
las amarguras, los celos y rencores nos abandonen
y den paso a la paz, el cariño, la unión y el entendimiento
y que la felicidad y la alegría se instalen entre nosotros
y nos acompañe en todo momento.
Recuerda, o Corazón Doloroso e Inmaculado
Recuerda, o Corazón Doloroso e Inmaculado
que ante tus
Santas Lágrimas,
Jesús no te negó
nunca nada,
y ahora, en las Alturas, sigue sin negarte nada
de lo que Tú le pides para tus hijos en la tierra.
Dígnate pues,
Madre Santa,
a unir nuestras
lágrimas a las Tuyas,
para que tu divino
Hijo nos conceda la gracia
que con todo nuestro ser te solicitamos,
háblale de lo que estamos padeciendo
en estos difíciles y tristes momentos
y ruégale nos haga llegar esto que solicitamos:
(haz aquí la petición con mucha fe y esperanza)
Amorosa Señora, en tu bondad confiamos,
(haz aquí la petición con mucha fe y esperanza)
Amorosa Señora, en tu bondad confiamos,
Tú puedes hacer posible que se cumplan los deseos
que con tanto
ardor te imploramos,
Tú puedes hacer que se solucionen
los problemas que tenemos en nuestra relación
y que volvamos a tener dicha en nuestro hogar,
Madre, al igual que tu viviste en Nazaret
momentos de dicha, de entrega y alegría
junto a tu esposo, el bendito san José,
y tu Hijo, el Divino Niño Jesús
haz que nuestro hogar sea un lugar de paz
donde nos amemos, respetemos y comprendamos
y que nuestras vidas estén llenas de dicha.
¡Madre amantísima, de las Lágrimas y de la Misericordia!,
¡ten piedad de
nosotros! ven a nosotros,
danos tu auxilio en nuestra aflicción,
danos tu auxilio en nuestra aflicción,
no te olvides de tus hijos y danos tu bendición.
Así sea. +
Así sea. +
La Gloriosísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Lágrimas, es muy venerada y aclamada por ser de gran ayuda cuando se tienen problemas que rompen el corazón y que, por nosotros mismos, no podemos resolver. Acude con sinceridad y confianza ante Ella y dile lo mucho que la necesitas para que tu hogar sea un remanso de paz y de comprensión, para que se acaben las lágrimas y estéis fuertemente unidos en el amor.
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